Sobre mariposas azules vuela mi tristeza para estar junto a ti, maestro querido, poeta entre los mendigos. La entereza de tu pecho alimenta los estuarios donde la esperanza agoniza. Bello es tu viaje hacia donde los ciegos rebosan lucidez y Alejandra planta una flor negra para que tu amor por los seres humanos sea faro incólume en medio de la tempestad.
Hasta siempre, hermano en mi corazón.
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