miércoles, 17 de marzo de 2010

Homenaje

El pasado 11 de marzo de 2010, la Tertulia Poética “Indiojuan” del Ateneo Cultural 1º de Mayo, organizó una lectura continuada de poesía, en homenaje a las víctimas del atentado del 11-M en Madrid. El resultado fue un acto emocionante en el que lágrimas y palabras acompañaron el sentimiento de los presentes.
Os dejo uno de los poemas que escribí para la ocasión, mi Homenaje (2010) a las víctimas de aquellos atentados que nos cambiaron la vida a todos, con una fotografía del Bosque de los Ausentes, de Alejandra B. Herranz Araujo.


HOMENAJE

Todo el silencio es el sonido de aquellos días,
pesado y negro como el duelo.

Toda la lluvia es el rastro de las lágrimas,
un mar azul de llanto y palabra suspendida.

Todos los viajes son el camino de su recuerdo,
pasos distantes que guían a quienes quedamos vivos
para llorarles y abrazar su ausencia.

Todos los despertares son la pregunta
del dolor infinito ante el espejo,
la mano que se extiende y vuela, acariciando el aire.

jueves, 4 de marzo de 2010

Un viaje al pasado del presente y del futuro

El pasado sábado 27 de febrero asistí a una fiesta que era, a la vez, un encuentro con el pasado y un puente para el futuro. Una cita con personas a las que no veía desde 1997, cuando me despedí del Grupo de Teatro de El Foro (Pozuelo de Alarcón) del que había formado parte en dos etapas, y con el que había participado en distintos montajes: un homenaje a Gabriel Celaya, la puesta en escena de textos narrativos de autores hispanoamericanos y la obra teatral, Así que pasen cinco años, de Federico García Lorca.

La nostalgia y el cariño volvió a convocarnos, gracias también a la pasión de dos personas que impulsaron la idea, y empujaron al resto, con el objetivo de hacer una fiesta sorpresa para la persona que nos dirigió: Asun, Asunción Pérez del Barquín, a unos y a otros, en las formaciones sucesivas, durante varias décadas.

Para ella, que me enseñó tantas cosas a lo largo de los años de trabajo, me llevé un ejemplar de La República de la Imaginación. Un libro que, desde que se publicó, es para mí el mejor regalo de todos los posibles, y no sólo el valor de los poemas que alberga.

Por encima de los textos, nuestro libro es el sueño compartido de doce personas, y sus páginas son el triunfo de todos los obstáculos, las prisas, las excusas, las negaciones… con las que a veces nos vamos encontrando para no hacer realidad nuestros sueños verdaderos, que se van aplazando sin que nos demos cuenta.

Siempre que regalo un ejemplar de La República de la Imaginación cuento cómo fue su génesis, la amistad y la complicidad creada entre sus autores con el paso de los años… Y esa noche, todo resultaba una historia de espejos. El grupo de teatro se reunía y resultaba vivo; y seguíamos siendo los mismos, a pesar de los años.

A día de hoy, el grupo de poetas que conforma este colectivo sigue soñando, planeando futuros… Y estoy segura de que si se volviera a reunir pasados los años, el cariño seguiría intacto, igual que la magia por tanta palabra compartida.