miércoles, 24 de febrero de 2010

LA QUIETUD QUE PRECEDE - Verónica Leonetti

Verónica Leonetti (Caracas, 1977) es pintora, fotógrafa e ilustradora. Colaboró con sus dibujos en la presentación de “La República de la imaginación” en la Casa Encendida el 10 de diciembre pasado. Su obra es muy poética, transforma el mundo en otra realidad aún reconocible que su pincel carga de emoción y de sugerencias. En 2009 obtuvo el accésit del Premio de Cuentos Ilustrados de la Diputación de Badajoz con el libro La quietud que precede, en el que sus ilustraciones acompañaban a los cuentos de José Miguel Vilar-Bou.


Os invitamos a visitar su blog http://lamuertedelespejo.blogspot.com/ para que disfrutéis un buen rato de sus trabajos.

Mientras, os dejamos aquí la ilustración titulada Me miro y me escondo, una de las que estuvo con La República en diciembre en La Casa Encendida.

Muchas gracias por su generosidad.

miércoles, 10 de febrero de 2010

LOS GATOS LEEN LA REPÚBLICA


Pues he aquí que nuestros amigos gatunos se han dado al vicio de la lectura. El primero de ellos, COTO, nuestro joven amigo que pasa las páginas con fruición. Y la segunda lectora, BOQUI, concentrada entre imágenes y metáforas. Ambos acompañados por su cariñosa dueña Lydia. Muchas gracias por estas maravillosas imágenes.

lunes, 8 de febrero de 2010

6 poetas de hoy

6 poetas de hoy (el poeta poeta, el poeta pobre, el poeta esteta,
el poeta filólogo, la poeta indignada y el poeta fórmula 1)


1) El poeta poeta sale a la calle vestido de capa negra
Bordada en la espalda de la capa negra lleva la letra invisible P
El poeta poeta pasea por la noche madrileña y la poetiza
Ve acercarse un coche y dice
"Dos luciérnagas vienen acercándose
a 110 kmph"
Llora de la emoción
Ve alejarse el coche y dice
"Dos fumadores se van por la noche
a 110 kmph"
Llora de la emoción
Llama a los amigos y les cuenta el hallazgo

2) El poeta pobre queda en trance
cuando ve pasar un coche por las páginas del periódico
Un coche nuevo mola más, por supuesto, que la Victoria de Samotracia
sobre todo cuando tiene a Victoria de Samotracia o la Lisa Monísima
desparramada sobre su resplandeciente capote
El poeta pobre toma nota
Va a un bar, se emborracha, balbucea algún verso melancólico
sobre su infancia o su novia perdida
Se compra otro gintonic con beefeater
"No soy pobre ni poeta", dice: "Soy un pobre desgraciado"

3) El poeta esteta pasea por el centro y se compra un chalequito azul
Hay muchos taxis y muchos mercedes
y muchos bmws, pero él no los ve
Desprecia la apariencia, la epidermis de las cosas
El poeta esteta vuelve a casa y escribe
"Piedra" dice, y se estremece
"Agua" dice, y se estremece
"Aire" "Tierra" "Fuego" dice
y se estremece tres veces
Siente la ebullición de las esencias
Luego se sienta en el sofá, sonríe
Piensa cómo se van a estremecer los demás

4) El poeta filólogo
mide sus versos con pasmosa precisión
Éste, me dice, es un endecasílabo
Éste también es un endecasílabo
Éste, en cambio, no es ni endecasílabo ni nada:
es una aberración (este verso que empieza
"es una aberración" es un alejandrino
me señala -muy sabio- el poeta filólogo)

5) La poeta indignada se niega a aparecer en mi poema
"Otra vez soy minoría", me protesta
"¡Una entre seis! Es indignante", me dice

6) El poeta fórmula 1 se ríe de los miméticos
"No cantéis a la velocidad, oh poetas", dice
"Que florezca en el poema, ¡coño!"
El poeta fórmula 1 prefiere quedarse en el garaje
escribiendo una poesía de alta velocidad
borbotante de bencina
Sus poemas son muchos, largos y energéticos
Carecen de puntuación y de sentido
pero impresionan mucho
Son muy antologados


Niall Binns

martes, 2 de febrero de 2010

Lecturas y carambolas

Recientemente he terminado la lectura del libro Leer poesía, escribir poesía (Visor), que recoge las reflexiones de Jaime Gil de Biedma al respecto.

En muchos puntos ha sido esclarecedor… mientras creo –no estoy segura del todo, ¿cúando cabe la seguridad en poesía? –, discrepar en otros.

De Jaime Gil me quedo con una confesión, hecha con ironía y agudeza, con su conocido y elogiado sentido del humor… No es lo más destacable del libro, sino un comentario que aparece entre paréntesis y resulta iluminador, porque explica de forma única el trabajo del poeta: “es lo que hace siempre el poeta, que con el estofado de ayer hace las croquetas del mañana”. Una frase que sirve para explicar qué hacer con un verso revelador y sobrante… de los que cuesta deshacerse.

Además, en su explicación de lo que es leer poesía y escribir poesía… Gil de Biedma deja caer las teorías de aquellos a los que admiró y fueron una referencia para él. De esas anotaciones al pie, recupero la de W. H. Auden en La mano del teñidor y otros ensayos (Barral Editores, Barcelona, 1971): “El aprendiz lee el poema del compañero con esa intención apasionada que los críticos adultos dedican exclusivamente a las obras maestras y los poetas adultos a las propias obras. Las faltas que descubre se traducen en críticas cuyo fin es perfeccionar al compañero. Su verdadera intención es mejorar el poema”.

Hoy he dejado mi primer poema en este blog. Se titula Promesa.
Si hay alguien ahí… puede animarse a ser aprendiz. Sinceramente, creo que leyendo y corrigiendo a otros, uno crece, y tanto…

Promesa

Llega por fin el tiempo
de la palabra:
vencer excusas,
tareas ingratas.

Descubro que soy mi voz…
Que lo vital
es escucharme y escribir.
Nunca debí
haberme detenido,
haberme silenciado.
Nunca.

Del tiempo perdido
no vuelve nadie.
De los trabajos presentes
y poemas futuros
me haré cargo.